No es ningún
misterio que Bob Esponja no es un dibujo animado necesariamente muy educativo,
pero resulta que un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad de
Virgina arrojó que este programa de televisión podría dañar las capacidades
cognitivas del cerebro de los niños.
Si aparte de verlo en Nickelodeon, tienes
la colección en DVD, comienza a preocuparte del estado del tuyo.
El estudio
-publicado en la revista Pediatrics- se realizo con
60 niños de cuatro años, a los que se les dividió en tres grupos de 20 y se les
expuso a un intervalo de nueve minutos de actividad: Un grupo vio Bob Esponja
(de un ritmo rápido), otro vio Calliou (de un ritmo más lento) y el último sólo
debió quedarse dibujando.
Posteriormente
se les evaluó la memoria y las habilidades de pensamiento y se evidenció que
los menores que los menores que vieron la caricatura más vertiginosa arrojaron
resultados mucho más bajos en las pruebas de pensamiento que los de los otros
dos grupos (que marcaron similar entre sí).
La teoría de
los científicos es que el cerebro de los niños se sobrecarga o agota frente al
nivel de estimulación de los dibujos rápidos, repercutiendo en su posterior
rendimiento. No que no queda establecido son los efectos a largo plazo, sobre
todo considerando el alto promedio de horas frente al televisor que tienen
actualmente los niños.
Nickelodeon
salió de inmediato al paso, cuestionó la metodología del estudio en base a que
la muestra es demasiado chica y no es el público objetivo de la serie, pero
desde el estudio se defienden asegurando que la metodología es sólida y que a
pesar de que la medición es pequeña, su diseño es más sólido que el de
investigaciones pasadas.
¿Tendrán
relación los factores expuestos en el estudio? Pobre Bob…
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